Su salud auditiva

                                        Audición y salud cerebral.

                                                    La audición ocurre en el cerebro.

Cuando escuchamos, las ondas sonoras viajan desde el oído externo, a través del oído medio y hacia el oído interno, donde las vibraciones estimulan miles de pequeñas células ciliadas. Las pequeñas células ciliadas en el oído interno envían señales eléctricas al nervio auditivo que está conectado al centro auditivo del cerebro. El cerebro traduce los impulsos en sonidos que conocemos y entendemos. El cerebro también discrimina los sonidos relevantes del ruido de fondo y sube el volumen de nuestro propio discurso. De hecho, nuestro cerebro filtra el ruido no deseado para que podamos concentrarnos en lo que estamos escuchando.

Audición, salud cerebral y riesgo de demencia.

          Todos queremos conservar nuestra agudeza mental a medida que envejecemos. La pérdida de audición juega un papel en nuestra capacidad de mantenernos mentalmente agudos a medida que envejecemos. La pérdida auditiva no tratada puede conducir al aislamiento y la soledad, y la investigación ha relacionado la pérdida auditiva con un mayor riesgo de deterioro cognitivo, demencia y enfermedad de Alzheimer. También se ha demostrado que la pérdida auditiva acelera la atrofia o la contracción del cerebro.

          Un estudio de 2011 realizado por Johns Hopkins Medicine y el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento encontró que los adultos con pérdida auditiva son "significativamente más propensos a desarrollar demencia" con el tiempo que aquellos que retienen su audición. Los investigadores encontraron voluntarios cuyas habilidades auditivas y cognitivas fueron evaluadas en un estudio anterior entre 1990 y 1994 y continuó examinándolos cada uno o dos años hasta 2008. Los voluntarios que tenían pérdida auditiva no tratada al comienzo del estudio tenían más probabilidades de tener demencia al final. Dependiendo de la gravedad de su pérdida auditiva, algunos tenían hasta cinco veces más probabilidades de desarrollar demencia.

A medida que la audición se vuelve más difícil, su cerebro tiene que trabajar más para registrar y comprender lo que está escuchando. Esto roba la energía necesaria para la memoria y el pensamiento. La parte del cerebro utilizada para la audición puede reorganizarse incluso en las primeras etapas de la pérdida auditiva relacionada con la edad. Estos cambios compensatorios aumentan la carga general en el cerebro de los adultos mayores. La sobrecarga cognitiva comienza a fatigar el cerebro y aumenta el riesgo de demencia. Los investigadores dicen que controlar o tratar la pérdida auditiva es una de las nueve cosas que puede hacer para prevenir la demencia.

El cerebro y los sonidos cotidianos.

          La pérdida auditiva no tratada afecta la capacidad del cerebro para recordar los sonidos cotidianos. Cuando los nervios auditivos pierden su función y ya no canalizan señales de sonido al cerebro, el cerebro puede perder temporalmente la conexión con esos sonidos hasta el tratamiento.

         Además, los investigadores de Johns Hopkins descubrieron que las personas con discapacidad auditiva pierden más tejido cerebral anualmente que las personas con audición normal, probablemente debido a la atrofia por falta de estimulación. Este vínculo entre la pérdida auditiva y el deterioro cognitivo refuerza la necesidad de controlar la audición anualmente y buscar fuera del tratamiento si hay pérdida de audición. Los audífonos son el tratamiento más efectivo de la pérdida auditiva en todas las etapas.

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Médicos a tu servicio

Dr. Alfredo Romero Díaz
Médico Especialista en Audiología, Ootneurología y Foniatría                                        Alta Especialidad Médica en Procesos Centrales de la Audición.